Los candados en plástico son muy fáciles de usar. Con una llave única, el usuario puede bloquear y desbloquear el candado con facilidad. Además, los candados en plástico son muy duraderos y resistentes al desgaste y la corrosión. A diferencia de los candados de metal, los candados en plástico no se oxidan y no se corroen con el tiempo, lo que significa que se pueden utilizar durante mucho tiempo sin tener que preocuparse por su deterioro.